El ahorro como práctica se remonta a muchos siglos de historia, está muy vinculado al origen de la civilización, donde a pesar de que no existía el dinero o el papel moneda, se desarrolló el ahorro en especie.

Quienes ahorraban en especie lo hacían por ejemplo con frutos de las cosechas, cereales o con animales como el ganado, gallinas, y a veces en artículos como joyas u oro. El objetivo de ahorrar de esta manera tenía entre otros fines intercambiar estos bienes con otras comunidades o simplemente consumirlos posteriormente.

Con la evolución de la civilización y la aparición del dinero, evolucionó la práctica del ahorro llevando a disminuir el ahorro en especie dados sus riesgos como lo eran, la dificultad para su almacenamiento, las enfermedades que padecían los animales o las plagas que atacaban los frutos.

Una vez se empezó a practicar el ahorro por medio del dinero, algunas personas lo hacen en el hogar y otras en el banco. Aunque al día de hoy se mantienen estas dos prácticas cada vez son menos las personas que deciden mantener sus ahorros en el hogar o como coloquialmente se dice “bajo el colchón”, por los múltiples riesgos que esto conlleva.

Por eso en la Academia del Ahorro te recomendamos evitar prácticas como mantener el dinero bajo el colchón, tenerlo prestado sin garantías o invertirlo en negocios con baja estabilidad en el futuro. Estas prácticas tienen desventajas como poner en riesgo tu estabilidad y la de tu familia, no disponer de tu dinero en momentos de dificultad, perder en instantes lo que te ha costado tanto, durante mucho tiempo. Sigue estos tips que te ayudarán a mantener y proteger tu dinero:

• Pon en manos de expertos la administración de tus recursos
• Busca opciones de ahorro que se adapten a tus objetivos.
• Haz crecer tus recursos manteniendo su valor en el tiempo.
• Busca el acompañamiento de expertos que te ayuden a diversificar tu ahorro

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